miércoles, 23 de febrero de 2011

Angú Vázquez o la nostalgia de la aventura

Angú es el nombre del ave que sintió el viento golpeándole en los ojos mientras quebraba el ala bajo un cielo infinito ( Ella ha sido a la vez viento y ala). Ella partió de puertos ahora sin nombre montada en frágil carabela para fondear finalmente en la bahía de lo incierto. ( Fue también, en la lejanía, una ola entintada de furia pero mansa donde se adormece la playa). Solitaria, destrozó las ventanas tabicadas de aquel remoto arca para expandir el pecho en el respiro del pájaro liberado. ( Es ella, sin saberlo, cielo, es ala, es barco, es certeza de lo incierto. Es el abandono de la huella en la arena; es el hueco sin rejas grabado en el muro). Su ojo es el reflejo del mar en la luna.

Tal vez, incluso el arte más sublime no sea otra cosa que un débil simulacro de lo que alguna vez presumimos intuir debería ser la verdadera vida. Después, caídos en el tiempo, lo que denominamos realidad deshizo en la mayoría de nosotros aquel ansia imaginativa y el consecuente afán de concretarla.

Sin embargo, Angú Vázquez, nostálgica de la aventura, rehace en nuestra mirada con sus aguafuertes y monocopias y a lo largo de toda su obra - diálogo de emotividad y razón - a ese mundo elemental siempre en espera donde los sueños de auténtica libertad son todavía posibles de ser realizados.











"Pleamar"

"Pleamar........el mar que nos lleva y trae"

viernes, 1 de mayo de 2009

viernes, 24 de abril de 2009

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